En un centro de educación infantil, y en particular en un aula de 2 a 3 años, los niños regresan del patio. A partir de este momento, la profesora les indica que se sienten en el rincón de la asamblea para comenzar a beber agua. Esta es la encargada de asignar a uno de los niños que bajo su criterio (este está en función básicamente del comportamiento que haya tenido a lo largo del día) debe repartir el agua a los demás compañeros.
Lo primero que hago es comprobar si hay agua suficiente para todos, ya que cada niño tiene su propio vaso. En este caso, no es así, por lo que acudo a la concina a buscar más agua dejando a los niños al cuidado de la maestra. Regreso a la clase y comienzo a darle al encargado de repartir, el vaso de cada uno de los niños de clase. A medida que le voy dando los vasos, invito a los niños a que digan de quién es. Algunos lo reconocen de inmediato y exclaman el nombre del compañero en cuestión o en caso de que sea el suyo, de ellos mismos, mientras que otros permanecen sentados esperando que llegue su turno para comenzar a beber.
Se repite este paso sucesivamente y cuando todos tienen agua le entrego al encargado de repartir su vaso, y le refuerzo por su buena actitud. A medida que los niños van acabando de beber agua me entregan los vasos y yo los vuelvo a colocar dentro de una bandeja y en el rincón de la clase destinado al agua.
En general, todos los niños permanecen tranquilos y esperan con paciencia que les llegue su turno. Hay veces en las que algún niño está más inquieto y le hago entender que dentro de poco le tocará.
Hay niños que han llegado un poco alborotados del patio. En este caso, al no obedecer y sentarse junto al resto de sus compañeros, les digo lo siguiente en voz alta: “hasta que no estés sentado no te repartiremos tu agua, así que pasamos al siguiente”. Estas palabras han sido suficientes para que los niños que han presentado un comportamiento disruptivo, colaboren y permanezcan sentados como el resto de sus compañeros.
La finalidad de esta situación es fomentar la autonomía de los niños, que tomen “responsabilidades” en el caso de los encargados así como que aprendan a esperar su turno y respetar al resto de sus compañeros.
Etiquetas: analiza y reflexiona sobre el funcionamiento de los centros de educación infantil, en concreto de la situación planteada en el aula donde llevé a cabo mis prácticas.